El día comenzó y yo aún no me dormía, eran pasada las dos de la mañana del 20 de diciembre y yo tenía sueño, pero algo se revolvía en mi mente y no me dejaba dormir: En 9 horas más, estaría frente a una comisión de cuatro profesores presentando mi Seminario de Título para ser Biólogo.
A las nueve y media llegaron mis padres y tuvimos un desayuno familiar como hace tiempo no lo teníamos, lamentamos la ausencia de mi hermano que por motivos de estudio no pudo venir. Papá ayudó con el nudo de la corbata y mamá llevó mis documentos. Tomamos el colectivo hacia la facultad.
Mi polola nos esperba allí, bella. Subimos a saludar a mi profesora, mientras conversabamos llegó un amigo. Finalmente llegó la hora.
Debo ser honesto, me traicionaron los nervios, preparé todo, ensayé preguntas pero me traicionaron los nervios. Creo que me demoré casi 20 minutos (el tiempo máximo eran 25), contesté bien algunas preguntas y otras a medias. Mientras la comisión deliberaba me retaron (con justa razón), descubrí unas muletillas horrendas (más vale tarde que nunca... Pero fue tarde al fin y al cabo) y unos detalles importantísimos que olvidé mencionar. Todo presagiaba un resultado que no superaba las expectativas del trabajo.
El profesor a cargo me dio la nota, me sorprendí (quizá porque sabía que podía haber sido mayor, pero por tonto no lo fue o quizá porque esperaba una nota menor... O quizá una mezcla de ambas, no sé).
Subimos a la oficina, comentamos la presentación, vimos lo malo (que es mejorable) y lo bueno (que hay que potenciarlo), nos reimos, me retaron... Pero en fin. Todo se resume en lo que me dijo mi profesora, sabia y cariñosamente: "Era para un 7,0... Pero no le sacaste provecho en tu presentación"... Lo gracioso fue que mientras me decía eso, en mi mente resonaba el (sí, tiene razón, pienso lo mismo que usted). Humildad mal concebida o mal manejo de los nervios, en fin, de esto se debe aprender.
El almuerzo fue muy bueno, nos reímos mucho, estaba un poco más calmado y todo lo malo ya había pasado, recordábamos "tallas" de la presentación (porque los "detalles" pasaron a transformarse en eso) y descubrimos que posiblemente sea algo genético (mi madre en su juventud vivió algo similar).
Posterior a eso todo se resume en felicitaciones, recuerdos y paseos con mis padres y mi compañera.
Resumiendo todo, fue un muy buen día, soy Biólogo, soñaba con este momento hace seis años y nada me va quitar la alegría de haber cumplido este primer gran sueño, lo que viene por delante tiene algo de incierto, pero la meta es conocida y la huella ya está hecha, sólo queda transitar por ella y mejorarla (o como otros dicen "hacer camino al andar").