Señor Director,
el evangelio de este sábado 24 (Lucas
2,1-14) nos muestra el anuncio de la buena noticia a los pastores, gente
de esfuerzo y sacrificio que pasaba largo tiempo preocupado de sus
ovejas.
Del mismo modo esa abnegación por su trabajo se manifiesta
en los profesores, todos sabemos que su sueldo muchas veces no alcanza
para cubrir ciertas necesidades; por eso mismo los despidos nuevamente
acontecidos (y que seguirán aconteciendo) en nuestro Colegio Seminario
Padre Alberto Hurtado, entre los que figura su rector, parte del equipo
de vicerrectoría académica y una educadora diferencial nos hace
preguntarnos ¿cómo es posible que se despida a gente en esta fecha? San
Alberto fue un incansable luchador por los derechos de los trabajadores,
¿de qué manera se honra esto, en un colegio que lleva con orgullo su
nombre, si se despide a gente un día antes de noche buena? Esto presenta
un muy mal ejemplo para las generaciones venideras del colegio que
lleva más de 110 años formando "líderes cristianos", si se quiere
mejorar la parte académica, en resumen, "subir las notas" se pueden
hacer muchas cosas, pero pasar a llevar la dignidad de funcionarios que
han dedicado parte de su vida a una institución de Iglesia, no señor,
eso no es para estar "Contento, Señor, contento".
Abel A. Bustamante Ferrada
Estudiante de Biología, UdeC
Egresado CPH 2006
Militante Asociación de Universitarios Católicos, sede Concepción.
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Esta
carta la envié ayer al diario LA DISCUSIÓN (@ladiscusioncl) de Chillán y no fue publicada, sin embargo agradezco a mi
amigo C. Vaccaro (@CrissVaccaro) por incluír parte de ella en su nota publicada el día de hoy.
Sé que este año he estado mudo "bloguísticamente" hablando, pero ya habrá más tiempo para publicar una que otra cosa por ahí.
Saludos